Los radiadores de baja temperatura son similares a los radiadores convencionales aunque con diferente forma de trabajo y que tienen la ventaja de que pueden trabajar a baja temperatura (obtienen grandes rendimientos a temperaturas de trabajo de 45-50 ºC), consiguiéndose no obstante el mismo efecto calórico. Tienen la ventaja además de que pueden utilizar los sistemas antiguo de canalización de agua (tuberías), teniendo que realizar mucha menos obra.
Lo más destacado de este tipo de radiadores es su capacidad de dar un rendimiento idóneo trabajando a bajas temperaturas, lo cual nos permite dar un soporte con energía solar. Generando automáticamente un ahorro con soporte solar.
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